Como os decía y podéis intuir en la foto que encabeza el post ya empiezan a rondarnos imágenes, en revistas y blogs, de una estupenda primavera-verano para el 2014 llena de sol, mar y poquita ropa.

Veo esta imágen y solo puedo pensar en el frío que han tenido que pasar estas dos almas cándidas, porque aunque vayan tan destapaditos tiene toda la pinta de que estas fotos han sido hechas en pleno diciembre (de hecho creo que ambos han perdido la conciencia de la hipotermia). La moda, es lo que tiene, corre que te corre, y en invierno toca hacer las fotos del verano y en verano las de invierno, estupendo para los pobres modelos que en el caso de que las fotos sean en exterior pasan un frío descomunal, y a veces incluso en interior.

Una de mis primeras sesiones de fotos para una colección de Skarlett (por no decir la primera) fue en un estudio de fotografía enorme, las fotos corrieron de la mano de Daniel Sanz, un fotógrafo fantástico que además es una gran persona, y calentar aquel estudio era inviable así que la modelo, en ese caso mi amiga Belén -que ha participado ya en varias sesiones de fotos conmigo- pasó mucho frío llevando vestidos de primavera verano, aun la recuerdo en pleno diciembre temblando y corriendo de allá para acá para entrar en calor, eso cuando no la estábamos apuntando directamente con una estufa que hacía lo que podía. Ella lo disfrutó porque es un encanto, adora que la maquillen y la peinen (otro trabajo espectacular de Nacho Fernández un hacha en lo suyo) y porque justo antes de salir hacia el estudio se me encendió una bombillita, y entre las miles de cosas que hacen falta metí en la maleta un abrigadito albornoz blanco (cómo me lo agradeció la pobrecilla).