MAESTROS DE LA COSTURA – GODOFREDO SE PRESENTA AL CASTING Y ESTA ES SU HISTORIA…

¡Hola a todos!, ¿cómo están esos dedalillos preciosos? ¡espero que estupendamente!… un días más centramos nuestra atención en Maestros de la Costura.

Pero hoy os traigo una entrada diferente, de esas que me mola hacer de vez en cuando y con la que -si tenéis un día un poquito torcido- espero sacaros una pequeña sonrisa ?. 

Os cuento…

En este post voy a suplantar la identidad -con consentimiento- de una dedalilla que, de buena gana y de primera mano, ha compartido conmigo su experiencia en el casting del próximo programa de RTVE «Maestros de la Costura«, así que y como dicen en los telefilms «la historia aquí relatada está basada en hechos reales -con alguna modificación que otra- a fin de darle algún toque de humor casi imperceptible».

Como en toda «suplantación» de identidad -y rollo protección de testigos- es obvio, que me tendré que cambiar el nombre y el color de pelo, así que pongamos que me llamo «Godofredo» y que tengo el pelo rubio platino.

Por cierto el pasado miércoles fue el Santo de todos los Godofredos del mundo, así que ¡Felicidades Godofredos!.

¡Empecemos!

Me presento:

¡Hola!, mi nombre es Godofredo tengo el pelo rubio platino como Marylin Monroe, me encantan los bocadillos de panceta, soy un amante de la costura amateur (o eso creía) y esta es mi historia

Un día mientras estaba en mi casa tranquilamente, leyendo un tebeo de Asterix y Obelix y cocinando unas natillas de sobre, llegó a mis oídos -por una de esas redes sociales que ahora mismo están hasta en la sopa- que existía un nuevo proyecto de programa en el que buscaban a personas amateurs a las que les gustara la costura, y pensé «¡pues me voy a presentar!, total ¿que puedo perder?…» además parece tener buena pinta… se llama «Maestros de la Costura»… ¡maravilla pura! ¡está hecho para mí!…

¿Qué hay que hacer para presentarse?, anda, si solo tengo que rellenar un formulario kilométrico con algunas fotografías cotidianas mías, de algunos miembros de mi familia, de mi perro, mi gato, mi pájaro y algunas fotos de mis proyectos costuriles… ¡era fácil! y sin dudarlo demasiado, me puse a ello.

Elegí algunas fotografías al azar: una en la que estaba con una sudadera decolorada con lejía de rollo moderno mirando al infinito en el bosque -no quiero que piensen que no estoy en la «onda»-, otra en la que abrazaba a mi perro con mucho cariño -tanto que «Risquetos», que es como se llama mi perro, pedía auxilio con la mirada- y otra en la que así, como que no quería la cosa, tenía una máquina de coser en la mano -cogida por su asa-, dando la sensación de que tenía la costumbre de ir a hacer la compra semanal acompañado por ella… ¡todo muy natural!

¡Ah y no solo eso!, sino que también tuve que enviar un video de 2 minutos máximo, hablando a toda pastilla y contando -de nuevo- mi historia, la de mi familia, mi perro, mi gato y mi pájaro… obviamente con mi máquina de coser de fondo ¡no vayan a pensar que solo la toco para los dobladillos de los pantalones!.

La cuestión, es que yo, que soy muy bien «mandado», lo envié todo por email…. y cual sería mi sorpresa, que unos días después recibo una llamada telefónica en la que me convocaban a un casting presencial… ¡Díos mio! ¿y ahora que me pongo? ¿tengo que llevar algo? ¿en dónde es? ¡que nervios!…

El casting era el jueves día 26 de octubre, en un hotel del centro ¡todo muy glamuroso!.

Tenía que llevar una prenda hecha por mi, y decidí llevar una chaqueta que hice hace unos años, estampada con un forro más bonito que todas las cosas y que aún me pongo cada vez que saco a Risquetos de paseo.

Llegó el día del casting, y allí estaba yo, en aquel hotel a primera hora de la mañana, nerviosico perdío, con mi chaqueta estampada a rastras y 55 personas preseleccionadas para el casting como yo, todas muy majas, aunque había -«alguno que otro»- que no tenía mucha pinta de amateur… aunque seguramente lo serían ¡que voy a saber yo!.

También me extrañó que yo iba con mi chaqueta estampada, como única prenda -como me habían indicado-, y «alguno que otro» no solo no llevaba una sola prenda sino que arrastraban maletas llenas de prendas hechas por ellos mismos, que más que a un casting, parecía que se iban de viaje de por vida a Laponia.

Resulta que el casting constaba de dos partes -un fase mañanera y otra de tarde-, por lo que lo cosa prometía ser larga.

Si lo llego a saber me llevo un buen bocadillo de panceta y un yogurt desnatado, porque pasé más hambre que un milano, y… ¡otra cosa! alguien me podría decir ¿porqué no había sillas?, ¿me iban a tener allí de pie 5 horas sin una triste silla en la que sentarme?…

Para un futuro casting, no solo prometo llevarme mi bocadillo de panceta con su yogurt -cucharilla de plástico a juego-, sino que se vendrá conmigo todo el kit de playa: la silla, la nevera -con algún refresquillo que otro-, y como me aprietes hasta la sombrilla, a ver si para el próximo se les va ocurrir hacer la convocatoria en exteriores -que también es muy glamuroso- y en pleno verano y me da una insolación de esas ¡calla, calla!, ¡de eso nada!… en mi defensa, he de decir que mi sombrilla es bien bonita… de Coca Cola.

En este caso me pillo de nuevas, y otra cosa no, pero se me iban a poner los gemelos como piedras de basalto.. mire alrededor -unas cuantas veces- buscando una silla, un taburete, una cajita de plástico -de esas en las que se llevan las frutas- para poder sentarme, y nada, de pie como una vela que me tuvieron… el culo de la Jennifer López a mi lado gelatina pura…

Todos los candidatos y yo, estábamos en unas mesas alargadas en filas de 8 ó 9. A mí me tocó la última de las mesas por la que entraba un sol maravilloso de buena mañana.

El casting comenzó a las 9:30 Am… y dejé mi preciosa chaqueta sobre la mesa como me habían indicado… y lo hice porque me lo indicaron ¡eh!, que si tengo que estar allí 5 horas con la chaqueta en la mano, lo estoy…

Además me dieron una botella de agua ¡que me hizo una ilusión tremenda!…

La primera fase del casting consistía en enseñar la prenda que yo mismo había cosido: mi preciosa chaqueta estampada.

Un señor, experto en costura, se acercó a mí pillando mi chaqueta por banda y la dicepcionó estilo neurocirujano: que si los botones, que si los ojales, que si las costuras, que si los acabaos…

¡Y no va el experto en costura y se mete con la tela del forro de mi chaqueta!, pero hombre ¡por favor!, si es lo más bonito que tiene…

Tras intercambiar algunas palabras con él, le trasladé la idea de que le había puesto esa tela de forro porque me había dado la real gana y punto.

A pesar de todo, y de que había puesto el forro de mi chaqueta «a caer de un burro», me felicitó por el trabajo que había hecho y me volvió a repetir que no me preocupara, que justo lo que buscaban era eso, personas que tuvieran conocimientos de costura pero que no supieran demasiado para que luego -durante el programa- pudieran recibir formación y mejorar… en ese momento volví a mirar alrededor y pensé «hombre, esa chica de ahí que lleva un vestido de tul bordado, con 500 botones forrados y cancán, no sé, pero a mí me da que a lo mejor no es «amateur» del todo… vamos digo yo, no sé, aunque ¡que voy a saber yo!, ¡si el experto es él!.

Después de esta conversación tan entretenida con el experto, se acercaron a mí varias personas, a las que les debí caer fenomenal, porque me preguntaron muchas cosas sobre mi vida personal: qué si tenía pareja, que si dormía en pijama o en ropa interior, que si era más de aceitunas encurtidas o en salmuera… ¡muy majos! y ¡muy curiosos!… la verdad, es que me extrañó tanta pregunta personal, si la cuestión era sí sabía coser o no, no entendía el porqué mi pareja y las aceitunas entraba en juego… pero ¡oye!, si ellos se preocupan por mi bienestar ¡quien soy yo para negarles una respuesta! ¡de mil amores les conté mi vida en verso!, y no les conté más cosas porque no me dejaron, que si en vez de 5 horas de pie, hubieran sido 8, les planto allí la historia de mi abuela y sus maravillosos ajetes del pueblo que seguro que les iba a encantar… ¡en otra ocasión será!.

La última mesa, en la que yo estaba, empezó siendo muy bonita con el sol de buena mañana y esas cosas, pero según fueron pasando las horas -y entre tanta entrevista-, el sol de buena mañana se convirtió en sol de mediodía y tenía un poco de «caloret», así que ahí va un miniconsejo: si alguna vez vais a un casting no olvidéis llevaros una buena sombrilla de 5 metros cuadrados de superficie para el sol y una rebequita gruesita -y a juego con la sombrilla si puede ser- por si el aire acondicionado está un poquito alto de más.

A eso de las 14:30 horas, después de 5 horas de pie y con el sol en plena sesera, los entrevistadores y expertos se fueron a deliberar quién pasaría a la prueba de la tarde y quién no… 

Ni remotamente se me pasó por la cabeza que no me fueran a coger para la prueba de la tarde -que consistía en coser un top de principio a fin-. El forro de mi chaqueta era precioso y llevaba allí 5 horas de pie y con una botella de agua… ¡me tenían que coger fijo!.

Pero contra todo pronóstico resulta que no me cogieron, cosa que me sorprendió muchísimo… en mi lugar cogieron a algunos compañeros de esos que incluso siendo amateurs tenían prendas que parecían sacadas de la mismísima pasarela de Nueva York y que habían tenido el detalle de coser en esas mismas prendas etiquetas con su propia marca, ¡que profesionales son estos amateurs de hoy en día!… la culpa segurísimo que es mía por tener este concepto de «amateur» tan distorsionado…

En fin, esa fue mi experiencia en el casting, la próxima vez me haré mirar esto de ser «amateur», porque a lo mejor yo no soy amateur y soy otra cosa… no sé… 

Eso sí, cuando llegué a mi casa -a eso de las 10 de la noche- me metí entre «pecho y espalda» el bocadillo de panceta que me había prometido, me di una ducha caliente, me tomé mi yogurt desnatado y me fui a la cama «más feliz que unas castañuelas» porque estaba claro que el casting no era para mí, me equivoqué, no soy amateur… ya me presentaré si eso cuando haga mi primer desfile en la pasarela Cibeles… 

Hasta aquí esta suplantación de identidad, desde ya dejo de ser Godofredo y me convierto de nuevo en mi mismo…

Y tú ¿te has presentado al casting de Maestros de la Costura?… si es así puedes contar tu experiencia con toda la tranquilidad del mundo en los comentarios… Godofredo y todos los costureros amateurs del mundo te lo agradecerán.

¡Miles de besos para todos! ?

 

    sewing princess
    10 Nov 2017
    4:06pm

    Ni un bocadillo os ofrecieron! Alucino… la única esperiencia de costura en público que tuve fue en una feria costuril. La verdad es que eso de coser con gente alrededor y presión no me va nada bien. Además no me gusta todo el cotilleo que tienen que hacer sobre tu vida solo por participar en un programa. No es para mi. Gracias por contarnos tu historia de forma tan entretenida. Sigue adelante con lo que estás haciendo…lo haces muy bien y a pesar de entender tu motivación por participar para mi no merece la pena por el trato que recibes.

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    Alberto
    24 Nov 2017
    5:34pm

    Yo si me presente al casting, no pase a la parte presencial, después de rellenar un dossier contando mis avatares, después de ver los programas que hay en Estados Unidos, Inglaterra, Australia, Canadá, etc. Pensé que al rellenar esto devia ser umilde y no poner la experiencia que tengo después de 35 años en este sector, me equivoque, ni mi vida daba juego para este programa y los seleccionados tienen de amateur lo que yo ( algunos), eso SI, me volveré a presentar me pone que Alejandro G. Palomo me de caña y ver que las cosas no son como las venden. Otra cosa yo hablé con la productora y a mi me dijeron que habían sido casi 5000 personas las que habían solicitado entrar , no las 10000 que se a dicho después (aunque son muchas ), en España parece quetodo el mundo sabe coser ahora

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    Susi
    10 Nov 2017
    10:33am

    Lo que me he reído leyendo el post ? Es una pena como han hecho el casting, no es la primera vez pero que escucho una experiencia similar a la de Godofredo… En su momento tuve dudas acerca de si presentarme o no al casting, ahora me alegro de no haberlo hecho. En fin, a ver qué tal es la versión «granhermano» de costura ?

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      Skarlett
      14 Nov 2017
      8:36pm

      Eso, a ver qué tal… habrá que darle una oportunidad ;)

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    Diana
    10 Nov 2017
    4:33pm

    Ya me temía yo que esto iba a ser así cuando una de las preguntas del formulario era : cuál ha sido el peor moment de tu vida?
    queeee? y eso qué tiene que ver pa darle al pedal?

    Y lo de los profesionales…descarao
    En fin…garcias por contarlo ?

    D.

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    Ainoa
    10 Nov 2017
    4:55pm

    Así son los casting, a mi no me sorprende la verdad, nunca me he presentado a uno pero es exactamente así como me lo imagino. Lo que si he pensado es en que menos mal que Godofredo eligió llevar una chaqueta que si se le llega a ocurrir llevar unos pantalones! Ya lo veo en bolingas y con los pantalones sobre la mesa siendo inspeccionados jajaja

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