Hace unos dias os comentaba que me gustaría enseñaros como se crea de principio a fin un diseño Skarlett. Hablamos de la inspiración y de las fases del proceso de forma general.

En el post de hoy nos centraremos 100% en el proceso de inspiración y en las dos consecuencias de ella, al menos en mi caso: un panel de inspiración y un boceto inicial del diseño.

Antes de centrarme en el proceso creativo es importante tener claro cual es el objetivo final del diseño: un vestido, una chaqueta, una blusa; ese diseño será streetwear o para fiesta-cocktail, será a medida o por tallaje. Obviamente no es lo mismo diseñar un vestido de fiesta en los que puedes dar rienda suelta a tu imaginación -hasta cierto punto- que crear una chaqueta para el día a día que antes que nada deberá ser práctica.

Una vez tengo claro el qué, me centro absolutamente en el cómo y para eso primero me tengo que empapar bien de inspiración, y -en este caso al ser un diseño a medida- en los deseos de la futura dueña del #vestidobonito.

La inspiración es algo tan diverso como lo somos las personas, por lo que en este punto del proceso no hay pautas fijas. A unos les inspira salir a bailar o cantar a grito pelado y a otros les viene la inspiración en silencio mientras se mantienen en concentración o leen un libro. Tampoco pasa en ningún momento en concreto, las inspiraciones vienen en momentos fugaces que uno va guardando en su recámara particular para luego ir utilizando esas ideas en diferentes proyectos y creaciones.

Yo no soy -en absoluto- de pautas fijas así que, cuando sé que toca ser creativo desconecto del mundo por completo, me meto en «Armandilandia» ya sea escuchando música o yendo en el metro, y repaso en mi mente imágenes, recuerdos, formas, colores, de manera que cuando me encierro en el estudio estoy en modo creativo ON al completo y ya tengo una idea bastante clara de hacia donde me gustaría ir, en ese momento el mundo se detiene y las horas empiezan a parecer minutos. Es mi máquina del tiempo particular :).

El #vestidobonito tiene que ser femenino, luminoso, sugerente y elegante, acorde con quien lo llevará. Con todas esas ideas y tras horas de navegación y búsqueda y recordando imágenes con las que me he cruzado en el pasado, elaboro el Panel de Inspiración:

La intensidad que trasmiten las mujeres de los cuadros de Michael & Inessa Garmash me parece espectular, sus cuadros me recuerdan muchísimo al impresionismo de Sorolla, fuertes y luminosos; el rosa y el dorado, unos colores que juntos son perfectos (el dorado en pequeñas dosis junto al femenino rosa claro), la ligereza que me gustaría trasmitir con las telas, en forma de nubes, un padre que lanza a su hija al aire o una bocanada de humo, libertad; y el brillo que solo las piedras facetadas pueden trasmitir en apliques de pedrería.

Uniendo estas ideas en mi mente aparece un conjunto que da como resultado un diseño ligero a la vista, elegante y muy femenino.

Una vez tengo los conceptos y las imágenes claras, es hora de masticarlas con detenimiento y hacer dibujos mentales de posibles creaciones. Con el papel y el lápiz en la mano dibujo las diferentes opciones imaginadas, si me gustan bien y si no las deshecho y vuelvo a empezar, así una vez tras otra hasta que llego una idea que me hace sentir mariposas en el estómago y me apetece trabajar, es ahí cuando surge el boceto inicial del diseño:

Teniendo el boceto inicial en mi poder ya puedo seguir avanzando. Llega el momento de trabajar en el patrón y confeccionar prototipos.

Muy pronto podréis seguir viendo como el #vestidobonito pasa de ser un sueño sobre papel a convertirse en una realidad.

¡Feliz fin de semana!